Leer un libro puede
ocurrir muy a menudo. Para algunos es algo cotidiano o aburrido, para otros es
tan sólo momentos de placer, que no sucede todos los días.
Muchas letras, muchas palabras, una historia fue algo que
sucedió muchos años atrás, en mi adolescencia. Este título encierra todo lo que
ese libro tenía y produjo en mí. Mis pensamientos acerca de lo que un libro
contenía, tan sólo letras y palabras, que al fin forman una historia.
Al verlo por primera vez, eran muchas letras que formaban muchas
palabras, tan solo eso. Algo vacío que se llamaba libro, pero que para mí no
era más que eso, un libro. Él, junto a otros, ocupaban un espacio, un lugar
físico en mi casa; la biblioteca era ese lugar y de allí no salían.
Una tarde sin saber qué hacer, se me ocurrió pararme frente a esos
estantes que formaban la biblioteca, había de todo para elegir…docencia,
estudio, juegos, actividades, historias…y allí estaba él, con sus tapas azules
y la foto de una mujer que escribía, lo que me parecía ser una carta.
Lo tomé en mis manos, lo miré por adelante, por atrás, lo
hojeé y decidí leerlo, Paula de Isabel Allende… Fue de esas
experiencias que no se olvidan, que quedan guardadas como un valioso tesoro.
Acercarse a la literatura es algo maravilloso y creo
que hacerlo con una historia tan fuerte pero tan bella como esta, es
inigualable.
Muchas veces quise leer otros libros pero me
parecían que serían aburridos, tan solo leía dos o tres páginas y lo dejaba en
donde estaba.
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